Consejos para reconocer y superar las adicciones en las apuestas deportivas y actuar en el mercado como profesional.
por
Academia | comentarios 0
sábado, junio 18 2022
Cuando se menciona la adicción, la palabra se asocia rápidamente con la bebida y las drogas para la mayoría de las personas. Sin embargo, la falta de control en la realización de cualquier actividad puede recibir esta calificación. En las apuestas deportivas, el camino hacia la adicción psíquica es relativamente sencillo, pero poco reconocido, no solo por los adictos, sino también entre los profesionales de la salud mental. Al contrario de lo que sucede con las drogas y las bebidas, donde es posible encontrar grupos y entidades de apoyo, incluso gubernamentales, destinados a combatir la adicción, cuando se trata de apuestas, no existe una red de apoyo bien estructurada. Ocasionalmente se pueden encontrar pequeños grupos denominados “apostadores anónimos”, que ayudan a combatir la adicción al juego, sin embargo, no existe una política sanitaria claramente definida para combatir esta enfermedad.
Los amigos y la familia son los primeros en detectar el problema.
Como ocurre con la gran mayoría de los problemas, sean de salud o no, el círculo más cercano a la persona afectada es el primero en verse afectado. Por lo tanto, los amigos y la familia suelen ser los primeros en notar que algo anda mal. A menudo, incluso antes que el jugador.
Es posible que ni siquiera puedan hacer un diagnóstico correcto, pero notan cambios en el comportamiento que indican que lo que debería ser un entretenimiento o una forma de complementar los ingresos, se ha ido más allá de los límites.
En el primer caso, la percepción es un poco más fácil. En el segundo, cuando apostar se convirtió, al principio, en un oficio, ya es más difícil. Después de todo, necesita dedicar más horas a su fuente de ingresos. Esto sucede en los más diferentes tipos de servicios. Para nombrar esta relación se creó el término en inglés workaholic, que muchas veces es visto como positivo, pues indica que la persona está dispuesta a luchar por sus ganancias. Por lo tanto, a menudo es difícil indicar que existe una adicción al juego. Sin embargo, la falta de equilibrio crea problemas en la convivencia con amigos y familiares, capaces de mostrar claramente que hay una patología.
Preguntas simples pueden ayudar a identificar el problema.
Para hacer un diagnóstico preliminar, amigos y familiares pueden utilizar un cuestionario capaz de revelar si lo que antes era diversión se ha convertido en adicción al juego. Incluso se puede llamar al propio jugador para que responda a las preguntas, ya que para contornar esta situación, como ocurre con las drogas o las bebidas, su esfuerzo será fundamental.
Es recomendable hacer una pausa en el mercado cuando: el tiempo dedicado a las apuestas haya provocado ausencias significativas de compromisos personales importantes (ausencia del trabajo o la escuela, fiesta de cumpleaños de una persona cercana, etc.); el dinero apostado no podía perderse; vendió un bien sólo para tener dinero para jugar; después de una pérdida, el jugador busca cualquier cosa para recuperar su dinero; tomó un préstamo para jugar; entre otros casos extremos.
Solo un sí para encender la señal de alerta
Una respuesta afirmativa a cualquiera de los casos anteriores es suficiente para que se encienda la señal de alerta de una posible adicción a las apuestas. Si las respuestas positivas son numerosas, quizás ha llegado el momento de una actitud más fuerte y con la ayuda de profesionales especializados, como psicólogos y psiquiatras. Aunque a veces los prejuicios interfieren en el análisis, lo cierto es que la adicción al juego es una enfermedad como la dependencia química. Así, el primer paso hacia una solución es hacer que el apostador reconozca su condición y acepte la ayuda de terceros. Tratar este tema como si fuera una falta de vergüenza o solo hará que el adicto entre en conflicto con el hablante y sea improductivo.
En todos estos casos, la participación de la familia y del círculo de convivencia más cercano del apostador es fundamental para combatir la adicción al juego. Eventualmente, incluso la tecnología puede ser un aliado. Existen herramientas útiles, como programas que bloquean el acceso a sitios de juegos en línea. Las propias casas de apuestas ofrecen herramientas de autoexclusión para los clientes. En este caso, es necesario ponerse en contacto con el sitio web del juego y solicitar que se bloquee el acceso durante un período determinado, o incluso que se suspenda la cuenta de forma permanente. Aunque son las herramientas más extremas para combatir la adicción al juego, existen otras intermedias, como la determinación de un periodo máximo de uso del sitio con la aparición en pantalla de un mensaje indicando que se ha alcanzado el tiempo, o valores límite para ser depositado.